Este nuevo capítulo empieza con un tuit de Martha Meier sobre una columna de opinión suya que apareció en la página web del Decano y que fue levantada horas después. En la columna, Meier, editora de Ecología y editora central de El Dominical, opinaba sobre el conflicto entre Minera Yanacocha y Máxima Acuña y su familia, y resaltaba los abusos que la empresa ha cometido durante dos décadas tratando de apropiarse de terrenos que le corresponderían a la familia, utilizando incluso la fuerza. 

La desaparición de la columna de opinión de la web despertó las alarmas de una posible censura editorial, comentada en este artículo de LaMula.pe. Previamente, Meier se había encargado de circular su artículo en twitter. Usando el hashtag #MaxímaNoEstáSola, compartió su columna -que no había sido incluida en la edición impresa del diario- con personalidades como Nadine Heredia y Alan García; entidades públicas como la PCM, el Congreso y el MEF; medios de comunicación nacionales como Gestión, Canal N y Exitosa e internacionales como CNN, New York Times, entre otros. Al desaparecer su texto de la web, por la misma vía Meier acusó al diario de censura. En ese punto, la guerra en El Comercio necesitaba muy poco para estallar. Sólo hizo falta un RT.

José Carlos Palacios (@pepepalaciosq) tuiteó: “es que el Director tiene que hacerse el que tiene peso y además su estudio tiene a Yanacocha de cliente”, aludiendo al hecho de que el Estudio Olaechea está vinculada a la familia materna de Berckemeyer.


foto: twitter de martha meier


Al retuitear este mensaje, así como otros, Meier puso en tela de juicio la autoridad moral del flamante director, al insinuar que éste no sólo está dispuesto a ceder ante las presiones empresariales, sino también ante los intereses personales. Según fuentes vinculadas a los accionistas, la reacción de Berckemeyer fue despedir a Martha Meier y comunicárselo tanto a ella como al directorio del decano.

viejas heridas

Fernando Berckemeyer ingresó a El Comercio a inicios del 2012 como jefe de la página editorial. Fue promovido, paradójicamente, por la propia Martha Meier, entre otras personas, aunque la entonces Editora Central de Fin de Semana y Berckemeyer nunca se habían conocido personalmente. El primer enfrentamiento entre ambos, que fue público, no tardó en llegar. 

En octubre de ese año, la posibilidad de que el gobierno otorgara el indulto al ex presidente Alberto Fujimori había alcanzado uno de sus puntos más altos de debate en los medios de comunicación. Desde la página editorial, el diario sostuvo que no existían razones para justificar el indulto. Sin embargo, a los pocos días, desde su espacio Rincón del Autor, Martha Meier expresaba su posición a favor del indulto y para sustentarlo afirmaba, entre otras cosas, que ya El Comercio se había manifestado en ese sentido dando los argumentos constitucionales correspondientes. 

Esta columna de Meier no sólo intrigó a quienes habían leído el editorial del diario, sino que marcó un punto de quiebre en su relación con Berckemeyer. A los pocos días, aprovechando la carta de un lector que llamaba la atención sobre la contradicción entre el editorial y la opinión de Meier, Berckemeyer aprovechó para reafirmar la posición del diario, e insinuar que lo de Meier se había tratado de una "interpretación auténtica" (en este post, José Alejandro Godoy lo explica de manera detallada).

No era el primer enfrentamiento ni sería el último. De hecho, en una oportunidad anterior Berckemeyer ya había renunciado, incómodo por las interferencias de Meier en la página editorial. Decidió permanecer en el cargo sólo luego de que el directorio lo apoyara y desautorizara, en una carta enviada a los editores centrales del diario, la participación de ella en ese espacio.

Con la llegada de Berckemeyer a la dirección de El Comercio no amainó el conflicto. Según fuentes cercanas, en los poco más de dos meses que Berckemeyer está al frente, no es la primera vez que levanta una nota de Meier o que le pide cambiar afirmaciones que ella no sustentó.

Uno de esos casos fue una nota corta basada en un comunicado de prensa del ILD que criticaba el proceso de formalización impulsado por el ministro del Ambiente Manuel Pulgar Vidal. Entre otras cosas, el texto afirmaba que el llamado de De Soto contra el proceso de formalización, había logrado movilizar “millones de mineros y agricultores informales” que habían “comenzado a marchar” siguiendo las propuestas de De Soto. La nota fue levantada por el director luego de que Meier no sustentase dónde es que habían marchado esos “millones”. Como se recordará, ya antes Meier le había dedicado una edición especial de El Dominical a un desproporcionado elogio a las ideas y supuestos logros de De Soto no solo frente a la informalidad, sino casi frente a cualquier otro mal como el terrorismo.

¿Hubo censura a la opinión sobre el caso Yanacoha-Máxima Acuña?

La columna de opinión de Meier, que debía haberse publicado en la edición impresa del último sábado -y que apareció por un error técnico en la página web,  ya que se deja programada todas las noches- llegó recién cerca de las diez de la noche del viernes a manos del director. ¿Por qué éste decidió que no debía ser publicada? 

Meier, además de manifestar su posición a favor de la familia de Máxima Acuña frente a Minera Yanacocha, llama "narco promotor" a George Soros, e insinúa la puesta en marcha de intereses privados que habrían intentado interferir en el Poder Judicial de Cajamarca. ¿Son suficientes razones para no publicar la opinión de Martha Meier? ¿No pudieron ser corregidas? ¿Hubo en realidad intereses personales y particulares de Berckemeyer por esconder la verdad de este caso?

Al revisar las notas publicadas tanto por el diario como por su página web, constatamos que sobre el caso Acuña-Yanacocha aparece la versión de ambas partes y en más de una nota, en particular la de la familia Acuña. Sobre la última especulación, la de los intereses personales, además de que Minera Yanacocha no sería cliente del Estudio Olaechea, Fernando Berckemeyer está desvinculado del estudio desde hace ya varios años.

¿Fue entonces cansancio de Berckemeyer frente a una persona que se había convertido en un dolor de cabeza permanente? ¿La gota que rebalsó el vaso? Lo concretó es que luego de que Berckemeyer se enteró del retuit de Meier decidió despedirla y comunicar su decisión al directorio del decano, que podría estar enfrentando nuevamente el conflicto de tener que optar entre una miembro de la familia y accionista de la empresa, y un director que antes de asumir el cargo pidió las garantías para realizar los cambios que considerase necesarios. El desenlace lo conoceremos en los próximos días.


[imagen de cabecera: Fachada Edificio Diario El Comercio, Panoramio de Guido Mendoza F]