Royal Dutch Shell adquirirá la empresa británica de gas natural BG Group (BG) por 64,000 millones de euros (US$70,000 millones aproximadamente) con el objetivo de aumentar su producción de hidrocarburos en un 20% y consolidarse como el mayor grupo del sector en Europa. El acuerdo dará origen a la segunda mayor petrolera del mundo, y en ésta los accionistas de BG controlarán el 19%.

La oferta pone una valla alta a cualquier otro postor, como por ejemplo Exxon, que había informado que aprovecharía la baja en los mercados petroleros para expandirse.

Shell es ya la mayor empresa de GNL del mundo y obtendría con la compra las capacidades de BG en logística, una compleja infraestructura que incluye terminales, ductos, tanqueros especializados, enfriadores, regasificadores y almacenes.

La decisión llama la atención debido a que se trata de la primera oferta pública de adquisición (OPA) petrolera en los últimos 10 años en un contexto en el que caen los precios del petróleo y del gas. 

La angloholandesa proyecta completar el acuerdo a inicios del 2016 e impulsar sus ganancias a partir de 2017. Asimismo, espera lograr unos ahorros anuales de US$2,500 millones, lo que le permitirá afrontar el descenso de ingresos por la caída del crudo.

BG tiene un valor en bolsa de 42,242 millones de euros, mientras que la capitalización de mercado de Shell alcanza los 185,500 millones de euros. Exxon, la mayor firma del sector, cuenta con un valor de 330,600 millones de euros. Tras la operación anunciada hoy, la empresa resultante entre la angloholandesa y la británica tendrá el doble de tamaño que BP y también superará a la estadounidense Chevron.

La británica, que tiene ambiciosas metas de crecimiento de producción y proyectos en Brasil, África Oriental, Australia, Kazajistán y Egipto, ha tenido un año bursátil difícil. Sus acciones cayeron 30% en el 2014. Además, disminuyó en más de 5,500 millones de euros el valor de su negocio de petróleo y gas en el cuarto trimestre.

La anterior gran etapa de consolidación del sector petrolero se produjo a finales de los años noventa, cuando otro periodo de bajos precios permitió grandes operaciones: BP compró Amoco y Arco, mientras que Exxon adquirió Mobil y Chevron se fusionó con Texaco. 

 

El mercado reacciona

Como era de esperarse, luego del anuncio de esta operación, las bolsas europeas tuvieron ganancias desde el inicio de la jornada de hoy, lideradas por repuntes de los valores energéticos. En tanto, las acciones de BG Group se fueron 'por las nubes'. Según Business Insider, sus papeles en la Bolsa de Londres subieron 33.51%.

BG emplea a 5,200 personas, construyó una industria mundial de gas natural licuado (GNL) y perforó pozos en Kazajistán y Brasil.

Las primeras reacciones a la futura operación son de entusiasmo, y los brokers ya hicieron sus cálculos con miras al 2016. Tampoco faltan los escépticos, quienes indican que el éxito dependerá del manejo que Shell pueda hacer de una empresa que ha venido con altibajos durante los últimos años. Por otro lado, The Wall Street Journal considera que esta megaoperación puede ser el inicio de una ola de fusiones y adquisiciones para revertir la crisis del sector petrolero. Mientras tanto, Exxon, estará en el balcón, pero no se quedará con los brazos cruzados.  

Ojo, Brasil: En un comunicado emitido hoy, Shell afirmó que la nueva empresa será la socia principal de Petrobras: "Trabajaremos juntos para asegurar las mejores prácticas y las lecciones aprendidas se aplicarán para el desarrollo en aguas profundas del grupo en Brasil en las próximas décadas".