Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional (FN) en 1972, siempre ha escandalizado a la sociedad francesa y europea por sus ideas extremistas y antisemitas. Partidario de la pena de muerte, ha negado el genocidio nazi y ha sido condenado en varias oportunidades por odio racial. A los 86 años, sus ambiciones políticas continúan vigentes y no deja de provocar con sus declaraciones.

Lo último se refleja en la reciente entrevista dada al semanario de ultraderecha Rivarol, en la que ataca a los “inmigrantes e hijos de inmigrantes” que gobiernan Francia y cuestiona específicamente al primer ministro, Manuel Valls, con orígenes españoles.

Estos ataques van en dirección opuesta a lo que su hija, Marine Le Pen, intenta construir: que en el imaginario francés y europeo el FN no sea visto como un partido racista y que más bien tenga un electorado más plural. De hecho, esta estrategia ha dado frutos electorales al partido, que en las elecciones europeas de mayo pasado, logró entre 4 y 5 millones de votantes.

marine y Jean-Marie / foto: ap

Los medios de comunicación hablan de una guerra desatada en el FN, y se basan en el inmediato intercambio de declaraciones.

“Jean-Marie Le Pen parece haber entrado en una verdadera espiral entre la estrategia de la tierra quemada y el suicidio político. [...] Su estatus de presidente de honor no le autoriza para secuestrar al FN con provocaciones tan desagradables con el objetivo aparente de perjudicarme”, dijo ayer en un comunicado la líder ultraderechista, quien lo relevó del cargo en el 2011.

La hija también indicó que se opondrá a la candidatura de su progenitor como cabeza de lista en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, pese a que éste se siente respaldado luego de lograr más del 33% de los votos en la región en las últimas elecciones europeas.

El padre, no quedó callado y respondió desde la radio RTL: "La libertad de pensamiento y de expresión son bienes preciosos que el FN debe defender. Si ya no los defiende, la señora Le Pen debe preguntarse si lo que hace es útil a la causa que pretende servir".

“Me presento como cabeza de lista para echar a la calle a los social-comunistas”, afirmó previamente en la revista, sabiendo que sigue siendo una figura emblemática en las bases del FN, sobre todo entre los votantes de mayor edad.

Según la prensa francesa, la candidata que preferiría Marine sería su sobrina Marion Maréchal Le Pen, quien se ha distanciado de los comentarios antisemitas de su abuelo al considerarlos una “provocación inútil”. De hecho, Marion es la estrella ascendente del partido.

foto: lepoint.fr

 ¿Será el último capítulo de este conflicto paternofilial? ¿Realmente habrá ruptura? No todos lo creen. Por ejemplo, el líder de los socialistas franceses, Jean-Christophe Cambadelis, aseguró que el padre "dice en alto lo que el partido piensa en bajo".