Será histórico. El viernes, el presidente estadounidense Barack Obama será partícipe, por tercera vez, de la Cumbre de las Américas auspiciada por la Organización de Estados Americanos. Y si bien su asistencia al evento no es nueva, sí lo es para Raúl Castro, jefe de Estado cubano, cuyo país ha estado ausente de esta reunión desde que fue expulsado de la OEA. Además, por primera vez Castro y Obama se encontrarán en un evento oficial. Y si bien no está confirmada una reunión formal entre ambos, tendrían muchas oportunidades para conversar, según refiere el Washington Post.

Esta edición de la Cumbre de las Américas ha despertado el interés global por las consecuencias políticas que podría tener para Cuba y Estados Unidos. El reinicio de relaciones bilaterales entre ambas naciones ha avanzado de forma moderadamente fluida en los últimos cuatro meses. Sin embargo, un punto crucial es el retiro de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, en la que se encuentran también Irán, Sudán y Syria.

Varias semanas atrás, Obama dijo que Estados Unidos esperaba contar con una embajada en Cuba antes de abril. Esto no ha ocurrido aún, pero es muy probable que sea una realidad a corto plazo. El martes, el mandatario estadounidense dijo en una entrevista con National Public Radio que se encuentra a la espera de la recomendación del Departamento de Estado sobre el retiro de Cuba de la lista de países que auspician el terrorismo. “Una vez que la tenga, podré tomar acciones”, afirmó.

Cuba ha permanecido bajo dicha clasificación durante 33 años. Si esto cambia, se allanaría el camino para que, finalmente, se concrete la apertura de embajadas en ambos países. Y la nación caribeña también se sacaría de encima uno de los principales impedimentos que tiene para acceder al sistema bancario internacional, afirma el New York Times.

La posibilidad de dicha medida también tiene detractores. El senador demócrata, Bob Menéndez, férreo crítico de las renovadas relaciones con La Habana, ha dicho que “una recomendación para sacar a Cuba de la lista sería otro error en dentro de una política errada. Es alarmante leer que existe una injustificada presión de la Casa blanca sobre el Departamento de Estado para que apresure el proceso de evaluación”.

Si el Departamento de Estado recomienda el retiro de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, y Obama toma medidas en ese sentido, el Congreso tendrá 45 días para bloquear dicha decisión.