Muchas personas, incluidos miles de turistas que viajan año a año a la región amazónica, consumen el ayahuasca con el objetivo de experimentar un viaje espiritual o tener mejor contacto con sus emociones, o simplemente con un ánimo recreacional. Pero, recientemente, un equipo de investigadores brasileños ha encontrado indicios de que el ayahuasca podría ayudar a tratar la depresión, con resultados bastante positivos. 

El principal ingrediente activo del ayahusaca es la dimetiltriptamina, que produce efectos severos en el organismo, como vómitos incontrolables, además de alucinaciones. Y aunque la investigación médica sobre sus atributos todavía es limitada, se cree que también podría alterar la concentración en el cerebro de serotonina -el regulador de nuestro estado de ánimo-, tal y como lo hacen los antidepresivos comerciales.

El estudio en cuestión, publicado en la Revista Brasileira de Psiquiatria, consistió en darles dosis de ayahuasca a seis pacientes con depresión en quienes los antidepresivos comunes no habían tenido efecto. Tras el consumo, se les tomó un cuestionario clínico y se descubrió que sus síntomas depresivos habían disminuido tres horas después de la ingesta de ayahuasca y que, además, mantuvieron los efectos positivos hasta por tres semanas.

A pesar de estos resultados positivos, como señala el portal Popular Science, el estudio aún debe ser tratado con cautela, pues el número de participantes fue bastante reducido. Pero esto podría cambiar pronto: el mismo grupo científico viene elaborando una investigación similar con más pacientes para obtener mejores resultados.


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