Las coberturas de riesgo que las empresas petroleras adquirieron contra una eventual caída del precio del petróleo –que hasta el momento se ha desplomado en más de 50% en comparación a junio pasado– hoy podrían ser su salvavidas. De acuerdo con estimaciones de Bloomberg, las potenciales ganancias por estos contratos llegan a los US$ 26.000 millones para las empresas de petróleo de esquisto (shale oil).

Las coberturas de riesgo son contratos a futuro que las empresas compran para protegerse contra circunstancias adversas. Por ejemplo, una empresa petrolera adquiere una cobertura de riesgo fijando el precio del petróleo en US$ 87.03 por barril. Si sube a US$ 100, la empresa solo recibe el precio acordado. Si cae a US$ 50, el ingreso para la compañía se mantiene en lo acordado en el contrato y “gana” la diferencia (ver cuadro).

Según Bloomberg, a fines del 2014, el banco JP Morgan tenía US$ 671 millones de exposición a este tipo de contratos con cinco compañías de energía. El gigante financiero habría tenido que pagar ese monto a las empresas de haber concluido los contratos el 31 de diciembre pasado.

De otro lado, de acuerdo con el Wall Street Journal, Carrizo Oil & Gas, hasta fines de marzo, se ha asegurado US$ 164,4 millones por varios contratos de cobertura de al menos US$ 91 por barril. Este monto es mayor incluso que sus ganancias del último trimestre del año pasado.

Si bien los ingresos generados por las coberturas podrían ser un salvavidas para la industria en el contexto actual, un mejor escenario sería que continúen generando ingresos por precios elevados. Como señala a Bloomberg John Kilduff, socio de Again Capital LLC, un fondo de inversiones de energía neoyorkino, “uno no compra un seguro pasa su vivienda con la expectativa de que se incendie”.

Este colchón no va a durar mucho. La mayoría de los contratos vence este año y volver a suscribir otros implicaría fijar precios alrededor de US$ 50. Las empresas tendrán que buscar nuevas alternativas.


fuente: Wall Street Journal