El tráfico de drogas entre las fronteras de Estados Unidos y México finalmente está empezando a disminuir. Al menos en el caso de la marihuana. Y no se debe a las políticas represivas que se han estado impulsando durante décadas. En realidad, esto puede atribuirse a la legalización de la cannabis en varios estados norteamericanos.
Según informa Time, la policía estadounidense ha venido decomisando cada vez menores cantidades de marihuana: de 2,5 millones de libras en el 2011 a 1,9 millones en el 2014. Al otro lado de la frontera se registra un fenómeno similar, incluso más notorio. En México se han confiscado 664 toneladas el año pasado, 32% menos que el 2013.
Desde el 2012 los estados de Colorado, Washington, Alaska y Oregon, progresivamente, han legalizado el consumo de marihuana. Así, se ha ido formando una industria de productores norteamericanos que ofrecen productos una amplia gama oferta gourmet, que incluso es etiquetada para informar sobre su concentración de psicoactivos.
“No sorprende que los consumidores de marihuana elijan un producto legal, de un negocio que paga impuestos, a uno del mercado negro, que no ha sido probado ni está regulado”, afirma Tom Angell, del portal Marijuana Majority.
La industria de la marihuana podría convertirse en el sector de mayor crecimiento en Estados Unidos: en el 2014 tuvo un incremento de 74%, según ArcView, una firma de inversiones e investigación en marihuana.
Si bien el impacto social de la legalización de la marihuana aún debe determinarse con estudios concluyentes, también se le puede atribuir una disminución de la violencia en México. Coincidentemente con el proceso de legalización, señala Time, los homicidios han ido disminuyendo de un pico de 23.000 en el 2011 a 15.649 el año pasado. De otro lado, en Colorado, según reportó el Washington Post, los accidentes mortales en carretera han registrado cifras históricamente bajas desde la legalización.
Lee más:
En California despenalizan la marihuana y la tasa de criminalidad decrece