Los hospitales de Essalud Alberto Barton (Callao) y Guillermo Kaelin (Villa María del Triunfo) son parte de las iniciativas de asociación público privadas promovidas por el Estado desde el 2008. En total son cuatro los proyectos de este tipo que cuentan con un contrato firmado, pero solo los dos hospitales mencionados han tercerizado tanto su administración como la atención médica. La próxima semana ambos cumplirán un año de funcionamiento. ¿Qué han logrado hasta el momento?

Estos complejos tienen adscritos a 500.000 asegurados de las redes Rebagliati y Sabogal (250.000 aproximadamente para cada uno). Y hasta el momento, entre ambos, han realizado cerca de un millón de consultas de hospital, casi 900.000 consultas de policlínico y más de 14.500 intervenciones quirúrgicas, entre otras actividades. Hasta ahí, nada muy distinto a los hospitales administrados regularmente por Essalud. Sin embargo, uno de los principales cambios es el tiempo de espera para citas de consulta y cirugía.

Daniel Querub, gerente general de IBT Group, empresa que es accionista mayoritaria de la parte privada de los hospitales, afirma que el tiempo promedio de atención para cirugías se ha reducido a 30 días en promedio y, para citas, a 5 días. Estos tiempos contrastan con los tres meses que se suele esperar por una intervención quirúrgica en un hospital regular de Essalud y los 19 días para una cita.

Pero, ¿cuánto le cuesta al Estado la gestión de estos hospitales bajo el sistema de APP? Una iniciativa de este tipo no puede llevarse a cabo si no existe una reducción de costos. Los representantes de IBT Group señalan que el pago anual per cápita por asegurado es de US$ 297.92 (S/. 932). Según sostiene Querub, este monto está muy por debajo de lo registrado en otros países bajo el mismo sistema. Por ejemplo, en España el Estado tiene que pagar 700 euros anuales y en Estados Unidos hasta US$ 600 al mes. Pero estamos en Perú y la comparación debe hacerse con el per cápita de un hospital regular de Essalud.

Cuando los hospitales se adjudicaron a mediados del 2010, el congresista Daniel Abugattas dijo que no serían rentables para el Estado pues cada asegurado le costaría S/.989 y que bajo el modelo tradicional se aporta S/. 647. Para llegar a esta última cifra, simplemente dividió los egresos de Essalud con el número de asegurados. Al repetir el mismo ejercicio con cifras de estas fuentes, pues no las hay oficiales sobre el costo per cápita por asegurado, se llega hoy a S/.965 aproximadamente, cifra mayor a la que percibe IBT Group y sus socios, lo que sí implicaría un ahorro para el Estado.

Daniel Querub, gerente general de IBT Group, destaca la importancia de la tercerización del riesgo en el servicio de salud que proporciona este sistema. “En caso de cualquier eventualidad (falla de equipos, por ejemplo), la parte privada no puede dejar de proporcionar el servicio y tiene que solucionar el problema a la brevedad, sino el ente supervisor sanciona”, explica. Caso contrario ocurre en el sistema tradicional donde, sostiene, puede haber retrasos en la prestación del servicio frente a inconvenientes de este tipo.


La calificación sobre la prestación del servicio es uno de los principales problemas de Essalud. De acuerdo con un estudio hecho por Ciudadanos al Día, publicado el 2013, la satisfacción es mínima y se agrava aún más en la red Sabogal (ver cuadro). De acuerdo con el INEI, los principales problemas que enfrenta la entidad son la demora en la atención (43,9% de encuestados), el maltrato en la atención (34,4%), la falta de medicamentos (18,1%) y el incumplimiento en la programación de citas, cirugías y otros (14,6%). IBT Group aún no cuenta con estadísticas de satisfacción en los hospitales que administra, pero todo indica que han mejorado drásticamente en los tiempos de espera. ¿Podrán lograrlo también en los otros aspectos? Veremos.


[ACTUALIZACIÓN]

De acuerdo con Foro Salud, el per cápita por asegurado en atención de salud en Essalud está en alrededor de S/.600, restando del cálculo pensiones de ex trabajadores de Essalud y prestaciones económicas y sociales. La organización señala además que las redes de Essalud brindan cobertura integral mientras que las APP no. De ser correcto este cálculo, las APP en salud no representarían un ahorro para el Estado.

Sobre esto último, agregamos que las APP en salud ofrecen atención primaria y atención especializada. No incluyen la atención especializada compleja.