Escribe: Alberto Ñiquen

Apenas inició sus operaciones, la Bolsa de Valores de Madrid tuvo pérdidas tras la jornada electoral de ayer, domingo 24 de mayo, en la que al gobernante Partido Popular (PP) no le fue bien. A mediodía, las acciones españolas han seguido retrocediendo (al cierre de esta nota cae 2.3%) y han arrastrado al resto del mercado europeo. El sector financiero español ha respondido así a los logros electorales de Podemos, lo que para algunos inversionistas genera 'incertidumbre' en el modelo económico.

Nuevo mapa político

Las elecciones han significado un cambio de rumbo de la política española. Se ha pasado del casi control total de las instituciones por el partido de derecha, Partido Popular (PP), a que este pierda casi todos sus grandes centros de poder autonómico y municipal. Y eso pese a que, como proclaman sus portavoces, ha sido el partido más votado. Pero, en democracia, ser el más votado no garantiza el control si no se logra una mayoría absoluta. es decir, si la alianza, el compromiso, entre fuerzas políticas rivales asegura una nueva mayoría. Y este escenario es el que deja el recuento de los votos. Un PP en minoría frente al resto de adversarios.

Como se preveía tras los sondeos políticos de los últimos seis meses, Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, se ha consolidado como tercera fuerza en las elecciones autonómicas. De las 13 comunidades en las que se celebraron comicios, ha quedado en esa posición en nueve, mientras que ha sido cuarto en tres y quinto en la Comunidad Valenciana –su peor resultado–. El porcentaje en relación con las municipales no se conoce, pues los de Pablo Iglesias no se presentaron con marca propia. La cuarta posición la ha ocupado Ciudadanos en las locales.

El PP ha logrado ser el partido más votado en los comicios autonómicos de Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Madrid, Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha. Mientras, el PSOE ha sido la fuerza preferida en Asturias y Extremadura –en las dos posiblemente gobernarán gracias al apoyo de fuerzas de izquierdas–.

Alianzas a la vista

Mientras el PSOE ha anunciado que convocará a los líderes de Podemos y de Ciudadanos para buscar un acercamiento, Pablo Iglesias ha dicho hoy que su partido tiene "la mano abierta a negociar con todo el mundo" pero sólo con quienes tengan "tolerancia cero con la corrupción", apuesten por defender los derechos sociales y quieran "limitar las políticas de recortes". En declaraciones a la Cadena Ser, Iglesias ha alegado que los ciudadanos "no han votado pacto, han votado cambio" y ha recalcado que quienes han aplicado políticas de recortes tendrán que "dar un giro de 180 grados" para entenderse con ellos

Reacción de los medios de comunicación

La prensa española, en su mayoría, señala que las elecciones generaron un "cambio profundo" y "radical" por la irrupción de los "indignados" en las dos mayores ciudades, Madrid y Barcelona, y el fuerte desgaste de los partidos tradicionales.

"Cambio político a costa del PP", titula El Mundo en su portada, con fotografías de las candidatas de la izquierda alternativa en Barcelona y Madrid, Ada Colau y Manuela Carmena, respectivamente, ambas apoyadas por el nuevo partido izquierdista Podemos. El partido de Rajoy, "cae casi once puntos" respecto de las últimas elecciones locales de 2011, dice el diario, destacando la "fuerte irrupción" de Podemos y el "notable ascenso de Ciudadanos", un nuevo partido alternativo de centroderecha que demuestra que "el panorama político español ha entrado en una nueva fase" a pocos meses de las legislativas. Aunque sea el partido más votado, el PP "corre el riesgo de no sobrevivir si se empecina en el argumento caduco de la recuperación económica", advierte su editorial. El segundo gran partido español, el PSOE, "sufre un gran retroceso en las grandes ciudades", aunque gana dos regiones y "podrá gobernar en seis comunidades más si llega a acuerdos con Podemos", señala el periódico.

"El desplome del PP provoca un vuelco a favor de la izquierda", titula el diario El País, que evoca el "cambio profundo" del escenario político español, mientras que para el diario catalán La Vanguardia se trata de un "cambio radical".

"Sería engañoso interpretar lo sucedido como la revolución que algunos anunciaban, pero sería igualmente un error restar trascendencia al fuerte mensaje de cambio que estos resultados suponen", indica El País. Los comicios –añade– son "una conclusión significativa del seísmo político que empezó a manifestarse en las europeas de 2014", con la irrupción de Podemos con cinco eurodiputados.

Debido a la aparición de nuevas formaciones y la consiguiente fragmentación del poder en las instituciones, los partidos están "condenados a pactar", titula el diario económico Cinco Días. "España exige pactos", coincidía el también económico Expansión.

La reacción financiera de hoy es natural luego de todo proceso electoral con resultados negativos para los gobiernos oficialistas. Los ciudadanos españoles no están pensando en eso en este momento, pues no les afecta. Lo que sí están dialogando es sobre los partidos emergentes, las posibles alianzas y las nuevas políticas, sociales y económicas para España.